Luego del colapso del gobierno fujimorista, los esfuerzos del país se dirigieron, con muchas dificultades, a la construcción de un sistema democrático sostenible. Así, las fuerzas políticas y sociales iniciaron un periodo de acuerdos, balances y promesas en esa dirección.
Sin embargo, los problemas sobrevinieron cuando las debilidades de los actores que debían conducir la democracia reforzaron la secular desconfianza hacia las autoridades y las instituciones. En su primer Mensaje a la Nación, el presidente Alejandro Toledo había ofrecido aumentos de sueldos, miles de puestos de trabajo, viviendas populares, mayor presupuesto para la educación, entre otras promesas. Su incumplimiento fue respondido con diversas manifestaciones de protesta que se multiplicaron por todo el país.
Por otro lado, los intentos de concertación, como el Acuerdo Nacional, se debilitaron paulatinamente ante la falta de propuestas, pero, aun así, la democracia avanzó y tuvo algunos logros que deben defenderse y consolidarse, para lo que es necesario superar los ostensibles límites que muestran: la descentralización, la lucha contra la impunidad y la construcción cotidiana de la ciudadanía.
En estos años, dedicados al fortalecimiento de la democracia, asumimos clara y conscientemente nuestros compromisos en esta tarea, multiplicando nuestras energías para vincular desarrollo político, desarrollo económico y desarrollo social. Así, priorizamos los procesos de descentralización y regionalización, sumando fuerzas con otras organizaciones para hacer seguimiento, elaborar propuestas y otorgar solidez a los actores sociales comprometidos en ellos, aprovechando las capacidades instaladas de los programas de intervención existentes en las diferentes regiones del país.
De esta manera, el Programa Huancavelica involucra hoy a sesenta comunidades campesinas localizadas en seis provincias de esa región con las que venimos trabajando en distintas líneas: (i) en el manejo y conservación de sus recursos naturales y productivos (el circuito económico alpaquero y el cultivo y manejo de pastos mejorados y naturales) para fortalecer las capacidades tecnológicas y organizativas de los productores; (ii) en la transformación y comercialización de los productos derivados de la alpaca (carne y fibra) y las hortalizas; (iii) en la organización y fortalecimiento institucional, que encuentra en los planes de desarrollo concertado y en los presupuestos participativos instrumentos importantes; y, (iv) finalmente, en la nutrición y la salud, buscando ampliar la calidad de la primera y la prevención y la cobertura de la segunda.
El Programa Arequipa también se amplió durante estos últimos años. Hoy estamos presentes en doce distritos de la provincia de Caylloma; en la provincia de Caravelí, en ocho distritos, y el último año ha ampliado su radio de acción a cinco distritos de la provincia de Lampa (Puno) y cinco distritos de la provincia Páucar del Sara Sara (Ayacucho). Este programa tiene también cuatro ejes de intervención: (i) el manejo y conservación de los recursos naturales, centrado en los circuitos alpaquero y agrícola en Caylloma y en el incremento de calidad y volúmenes de producción de piscos, vinos y destilado de pera, además del fortalecimiento de la cadena del olivo en Caravelí; (ii) el mejoramiento de la producción agropecuaria que en el valle del Colca prioriza las microcuencas de Cantumayo, Picomayo y Puquio, mientras en Caravelí se concentra en los distritos de Chala, Caravelí, Cháparra, Quicacha y Acarí; (iii) la transformación y el acceso al mercado de los productores de los dos ámbitos; y, (iv) finalmente, el fortalecimiento de la institucionalidad local en el contexto de la descentralización, lo que supone el trabajo conjunto con el Consejo de Desarrollo de la Provincia de Caylloma, con las organizaciones de regantes de ambas provincias y con los municipios distritales y provinciales de las zonas de intervención.
El Programa Selva Central, por su parte, realiza sus actividades en diecinueve centros poblados del distrito de Perené, provincia de Chanchamayo, de los cuales catorce están conformados por colonos y cinco por comunidades nativas (tres yanesha y dos asháninka). En esta zona buscamos aumentar los niveles de ingresos de las familias, revertir el deterioro de los recursos naturales, mejorar la nutrición y la salud, y fortalecer la organización local. El trabajo productivo está concentrado en el café y en los cultivos rentables complementarios a aquel, principalmente frutales. En el plano organizativo, nuestra intervención busca fortalecer las capacidades de las asociaciones de productores y contribuir a los esfuerzos de desarrollo local de las municipalidades de Perené y Villa Rica.
Finalmente, el Programa Urbano, cuyo ámbito de acción abarca los distritos de San Juan de Miraflores, Villa El Salvador, Villa María del Triunfo y Lurín, apunta a construir propuestas de políticas urbanas sostenibles y replicables, que sirvan para fortalecer y ampliar las capacidades de los actores para el ejercicio de la ciudadanía y la promoción del desarrollo local. Cabe destacar que la línea de Densificación Habitacional de este programa está realizando una intensa actividad de incidencia, promoviendo el debate y la reflexión en diversos eventos con autoridades y funcionarios públicos.
Como parte de la dinámica de los programas de promoción, destaca la profusa publicación de textos agrupados en las series Promoción y Desarrollo y Herramientas para el Desarrollo, en las que se difunden nuevas técnicas productivas así como las sistematizaciones de las diversas experiencias de intervención. A ello se suman los distintos materiales de capacitación, especialmente aquellos referidos a los planes concertados de desarrollo y al presupuesto participativo. Entre las cerca de treinta herramientas difundidas, destacan Producción de plantones forestales en viveros, Control de plagas y enfermedades en el cultivo del olivo, Plan Concertado de Desarrollo y Presupuesto Participativo: Módulo de formación y capacitación, Plan Estratégico Concertado para el Desarrollo Integral: Rosario 2003-2015, y Manejo de residuos sólidos. En esta perspectiva, cabe señalar el gran impacto nacional e internacional que ha obtenido la publicación Alpaca: El gran sabor andino.
Siguiendo nuestra vocación y voluntad por formar opinión sobre distintos temas —los movimientos sociales, el Perú frente a la realidad internacional, la evolución de la economía, etcétera—, entre otros temas, producimos y difundimos los boletines regulares Economía y Bienestar y Construyendo Democracia, además de seguir publicando semestralmente el Perú Hoy.
Además, seguimos contribuyendo con el debate político: hemos mantenido nuestra línea de reflexión sobre distintos procesos nacionales, como la instauración del autoritarismo y la fragilidad democrática. Distintas publicaciones —Elecciones y cambios políticos en América Latina; Un dólar, un voto: Economicismo transnacional en el Perú; La nueva arquitectura financiera internacional y Desafíos para la sociedad civil de América Latina, entre otros textos— se inscriben en esa lógica que se complementa con la atención especial que les prestamos a algunos problemas sociales, como el empleo y la pobreza, que han dado como resultados la publicación de diversos ensayos como Empleo y microempresa en Lima Metropolitana: Entre el desempleo y la supervivencia y Dinámica de la pobreza y la desigualdad a fines de los noventa, entre otros títulos.
Es claro que gran parte de los esfuerzos institucionales de los últimos años se han dirigido a fortalecer la promoción del desarrollo. Aun cuando en algunos espacios en donde tenemos presencia las condiciones económicas, sociales y hasta geográficas son sumamente difíciles, hemos obtenido importantes resultados. En 2002 ejecutábamos ya veintidós proyectos de promoción en cuatro zonas de intervención, diez de los cuales se iniciaban en ese entonces.
Durante los últimos años también hemos desarrollado una serie de programas, proyectos, investigaciones y actividades con la modalidad de consorcios, convenios y grupos de trabajo con otras instituciones de América Latina y El Caribe. Desde inicios del siglo XXI, desco integra el programa para el fortalecimiento de la capacidad de seguimiento y evaluación de los proyectos FIDA en América Latina y el Caribe, así como el programa de alianzas contra la pobreza urbana en América Latina y el Caribe, con el apoyo de Novib de Holanda, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional (ASDI). También hemos formado parte del proyecto “Estrategia de Seguimiento de la Sociedad Civil a la Implementación del Plan de Acción de Québec”, que contó con el apoyo financiero de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y la Red Interamericana para la Democracia (RID).
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